La mentira tiene razones que la verdad no conoce –pero algunas
pruebas con sujetos de estudio han mostrado que mentir no sólo es
esencial para nuestra sobrevivencia social, sino también es muestra de
un desarrollo mental correcto.
Suele ocurrir que si una mentira perdura una hora, ya ha logrado su propósito, aunque no perviva.
Jonathan Swift
Tal vez la pregunta “¿por qué mentimos?”
nunca pueda ser contestada sino con medias verdades. Algunos mienten
por conveniencia, diplomacia, para dar una primera buena impresión o
para evitar explicaciones innecesarias y engorrosas, además de por el
obvio motivo de ocultar del otro algo que no queremos que sepa.
De manera inconsciente podemos afirmar
cosas que sabemos falsas o hacer historias en la mente del otro sólo
para probar nuestra destreza; pero los investigadores de la conducta
afirman que nuestras mínimas mentiras requieren un grado de reflexión
que incluso es muestra de salud cognitiva en niños pequeños, a pesar de
que la práctica nos lo haga siempre más fácil.
Un estudio dirigido por Robert Feldman
de la facultad de psicología de la Universidad de Massachusetts logró
captar con qué facilidad nuestras conversaciones más casuales están
plagadas de verdades incompletas. Se les pidió a dos completos extraños
que sostuvieran una conversación informal durante 10 minutos, luego de
lo cuál se les pidió que escucharan la grabación.
Antes de verla, los sujetos les dijeron a
los investigadores que habían sido completamente honestos en la
conversación, pero quedaron asombrados al ver cuánto podían mentir en
apenas 10 minutos: 60% de los sujetos mintió en al menos una ocasión, un
promedio de 2.92 declaraciones intencionalmente falsas.
Algunas de las razones más comunes (e incluso razonables) para mentir pueden ser:
- Para ganar respeto en un nuevo grupo.
- Para ser tratado de manera diferente.
- Para afectar la percepción sobre nosotros de alguien cuya atención deseamos o queremos evadir.
- Porque no conocemos una respuesta y sentimos vergüenza en reconocerlo.
- Para ahorrar/ganar tiempo.
- Para ahorrar/ganar dinero.
- Para no lastimar los sentimientos de otros.
- Para sentirnos mejor sobre nosotros mismos.
- Porque una situación diplomática lo amerita.
- Para dar una buena impresión en una cita romántica.
- Para hacer que un currículo de trabajo luzca mejor.
- Porque la gente no sabe reconocer ciertos tipos de verdades (como las científicas o las paradojas matemáticas)
- Porque la verdad también se transforma.
- Porque nuestras neuronas se vuelven más especializadas en la mentira con la práctica y la repetición.
- Porque queremos salir rápidamente de un problema.
- Porque nos dedicamos a la política
- Porque sabemos que no seremos descubiertos.
- Porque creemos sinceramente estar diciendo la verdad aunque lo que decimos es falso, aún sin nuestro conocimiento.
- Etc.
También mentimos, curiosamente, porque
tenemos un desarrollo cognitivo sano: los niños comienzan a mentir entre
los dos y tres años, incluso alentados por sus padres que alientan
comportamientos corteses (como agradecer un regalo no deseado en
Navidad) como parte de la adaptación al entorno social. Los niños (y los
adultos) pueden mentir también para evitar ser castigados por sus
acciones, aunque también para impresionar a otros sobre acciones que no
han realizado. Otros estudios han demostrado que los niños de 4 años
mienten al menos una vez cada dos horas, y los de 6 años mienten
aproximadamente cada 90 minutos.
Sin embargo, según Jack Nicholson en A Few Good Men, la gente suele mentir porque simplemente no sabe qué hacer con la verdad.
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